El incumplimiento del convenio regulador supone un punto de inflexión en la relación y estabilidad de los progenitores y sus hijos. Este documento establece los acuerdos de obligado cumplimiento para ambos y cómo será la relación a partir del momento del divorcio.
La elaboración de un buen convenio regulador es clave. Anticiparse a futuras situaciones en las que deban tomarse decisiones conjuntas, allanará el camino y agilizará la actuación. Aunque se puede solicitar una modificación de medidas, este proceso habitualmente lleva tiempo y eleva costes, por lo que es recomendable prestarle atención desde el inicio. Para ello la elaboración por parte de un profesional especializado en la materia, recaerá sobre aspectos que en ocasiones pueden pasar desapercibidos.
Principales incumplimientos del convenio regulador
Aunque no existen dos casos iguales, en muchas ocasiones los incumplimientos del convenio regulador suelen responder a situaciones comunes por las que pasamos las personas en algunos momentos críticos de nuestra vida.
El incumplimiento del convenio regulador puede deberse a dos aspectos generales:
- Mala fe. El primero de ello, reside en la necesidad que algunas personas tienen de actuar de mala fe con su ex pareja, en algunos casos también a través de los hijos. Suele responder a personas que no han superado la ruptura, que no aceptan la nueva situación y que sienten la necesidad de “hacerle pagar” a la otra persona el sufrimiento que consideran les ha causado.
- Situaciones imprevistas. En el segundo bloque no existe mala intención. Se da en ocasiones en las que las circunstancias han cambiado, a peor, y no pueden cumplir con lo establecido en el convenio regulador.
¿Cuáles son algunos de los principales incumplimientos?
- No respetar los horarios de visitas de los hijos
- Dejar de abonar la pensión de alimentos o pensión compensatoria, o no pasar la cantidad acordada.
- Impedir la comunicación habitual y fluida con el otro progenitor en los periodos de tiempo en los que no se encuentra con él.
- Limitar o cortar la relación con los abuelos u otros miembros de la familia.
- Incumplir lo establecido sobre vacaciones, o lugares a los que pueda viajar los menores.
- Tomar decisiones de forma unilateral con respecto a la salud de los hijos.
¿Qué hacer cuando hay un incumplimiento del convenio regulador?
El incumplimiento del convenio regulador siempre pone en desventaja a una de las partes del acuerdo. Este es el motivo por el que cualquiera de los progenitores, a raíz de este incumplimiento puede, a través de una demanda judicial:
- Interponer una demanda de ejecución por dicho incumplimiento
- Solicitar la modificación de medidas del convenio regulador
Demanda de ejecución por dicho incumplimiento
Este es el camino a seguir cuando no se cumple con el acuerdo económico establecido entre las partes. A partir del momento en el que se pone la demanda, la otra parte dispone de un periodo de diez días para ponerse al corriente de pago o para presentar las pruebas pertinentes de que no existe deuda alguna. En el caso en el que se demuestre, que efectivamente la deuda existe, la cantidad de la misma se verá incrementada en un 30% desde el momento en el que se interpone la demanda.
Solicitud de modificación de medidas del convenio regulador
Son muchas las ocasiones en las que una pareja que se separa establecen un convenio regulador escueto o poco realista, y que en un periodo corto de tiempo, surge la necesidad de hacer cambios en él. Para que pueda modificarse el convenio regulador en primer lugar, la persona interesada necesitará realizar una solicitud. Esta solicitud será evaluada por un juez, quien determinará la idoneidad o no de la modificación.
Principales consecuencias del incumplimiento del convenio regulador
Cuando se produce un incumplimiento del convenio regulador, existen consecuencias directas:
- El embargo de los bienes. Si no se abonan las cantidades pendientes, de forma voluntaria, de forma obligada se procede al embargo de ingresos que el progenitor tiene, como es el caso de la nómina o de pago de clientes, y/o se le embarga la vivienda y el vehículo.
- Multas por actitudes reincidentes. Cuando la actitud de incumplimiento se repite, a la obligación de saldar la deuda pendiente, se le suman otras multas añadidas, que pueden ir desde cantidades económicas a servicios comunitarios.
- Modificación en el convenio regulador. El incumplimiento de las obligaciones como progenitor pueden suponer de forma directa una modificación en el convenio regulador establecido, en aspectos tan importantes como la guarda y custodia de los hijos o la patria potestad.
Incurrir en el incumplimiento de este contrato entre ambos progenitores puede suponer un delito de desobediencia con consecuencias penales. Si estás sufriendo en primera persona un incumplimiento del convenio regulador, ponte en contacto con nosotros y te ayudaremos.